26 de marzo de 2008

no hay otra salida??

qué puede pasarle a alguien por dentro para que la única solución que encuentre sea saltar desde el sexto piso de un hotel...?

qué sentido tiene...?


una estrella negra llena de todo lo que le hizo rendirse y decidir "irse volando"...

Espero que hayas encontrado la paz y la tranquilidad Hilde

esos momentos en los que te posee un impulso "indigno"...

en un instante una mirada puede ser demoledora... casi parece que el mundo se para y que por un segundo se pueden congelar el tiempo y los corazones y puedes dejar nacer ese impulso que viene de no sabes muy bien dónde, y que no pase nada...

No se si he hecho mal en decirte...

Una mirada en la que sin palabras se dicen tantas cosas confunde a cualqueira. Quizá no. A mi sí.

En el fondo todo está muy claro, pero es verdad que incluso en estos tiempos, , aún a veces...



Runing in circules...
nobody said it was easy...

nobody said it would be this hard...

20 de marzo de 2008

tal cual

qué bonito es encontrarte de pronto en una mesa llena de gente y rodeada de amigos, compartiendo tus sentimientos, tus miedos, tus historias... con personas a las que no les habías dado tal oportunidad. Tal cual, sin miramientos, sin dobleces, sin matices, diciendo las cosas con todas las letras. Dando y recibiendo.

Cuando parece que ya no tienes nada que ver con ellos, es cuando de verdad te encuentras y os compartís.

Ayer fuisteis mis amigos. Espero que no sea la última vez.

Gracias

17 de marzo de 2008

curioso...

Es curioso como una mirada puede llegar a ser tan potente... como puede hacer que unos cimientos aparentemente sólidos se tambaleen...
Es curioso también, como se contradice el ser humano... Ante el mismo estímulo, dos visiones totalmente antágonicas: la distancia patente que te reafirma en tu postura, y el sentimiento de añorar y desear lo que tienes delante...
Hay que ver...
Es curioso también como, contra todo pronóstico, el camino se te hace de pronto más duro cuando ya llevas un trecho recorrido y se supone que ya tienes las piernas calientes de caminar y has pasado el primer umbral del dolor. Nada que ver. Al menos en mi. Al comenzar parace que no soy consciente de a lo que me enfrento y voy como si paseara viendo escaparates. De pronto, veo lo que he caminado, lo que he dejado en el camino, lo que me queda por recorrer... y flipo. También es verdad que ésta es una época especial en la que me puedo permitir parar en una fuente o banco del camino y observar, pensar. Y además, me encuentro como un albino en la playa... estoy continuamente expuesta al sol, a sus rayos, o más bien a su ausencia, cuando todo a mi al rededor le llama, le sugiere.


Poquito a poco...

A ver si me fugo aunque sea un par de días a ver el mar... Siempre me sentó bien la playa, el mar, el océano... Parece que allí se te amueblara la cabeza inconscientemente

2 de marzo de 2008

caminos... ¿nuevos?

Antes de salir de casa, camino del cole, por ejemplo, uno ya sabe las fases del recorrido que hará: acera, asfalto, dos o tres satos sobre césped, acera, suelo elevado de autobús, de nuevo acera, asfalto, escalones, escaleras mecánicas, metro, más escaleras mecánicas, acera, asfalto, acera, asfalto… Hay trayectos que son siempre iguales.
Luego existen otros que, aunque prácticamente iguales, tienen matices diferentes. Y nos creemos que son caminos nuevos. Nos creemos que ésta vez podremos saltarnos la parte de pedrera y pasar directamente al césped… Pero no. No hay forma de saltarse etapas. Hay que pasar por todas y cada una.
Vaya mierda.

Supongo que lo positivo que tiene es que cuanto antes llegues a la fase de gravilla, antes saldrás de ella. Pero claro, una no tiene ganas de sufrir. Ni ganas ni, sobre todo, tantas fuerzas como pensaba. A veces me creo superwoman… y no lo soy… en absoluto…