26 de octubre de 2008

"El mundo", por Eduardo Galeano

Un hombre del pueblo de Neguá, en la costa de Colombia, pudo subir alto al cielo.
A la vuelta, contó. Dijo que había contemplado, desde allá arriba, la vida humana. Y dijo que somos un mar de fueguitos.
- El mundo es eso - reveló - Un montón de gente, un mar de fueguitos.

Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás. No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco, que llena el aire de chispas. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca, se enciende.


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1 comentario:

Anónimo dijo...

no puedo creerlo..

hace muchísimo tiempo que andas por aquí..

y yo sin saberlo..

preciosa tu entrada

un beso fuerte, fueguito