5 de mayo de 2008

elegy

miedos y obsesiones...

en realidad no se quién llama a quién, pero casi siempre una te lleva a la otra...
el miedo al compromiso, a la verdad, a nosotros mismos, a perder, al no, a no corresponder o ser correspondido, al ridículo, a... Esos miedos nos llevan muchas veces a la obsesión y es como dar un buen entrecot a un perro hambriento... ya decía una vez que uno puede ser su peor enemigo y es que hay veces que no nos basta con tirar piedras contra nuestro propio tejado... y contra el de los demás... y contra ese palio tan apetecible que compartías con vistas a la playa.

otras veces, la rueda gira en el otro sentido y es la obsesión la que nos lleva al miedo.

lo peor es que muchas veces tiene que suceder algo horrible para que sepamos dónde estamos...


un poco predecible, pero recomendable.
Muy curioso, por otro lado, ver tan patente el proceso de un actor a lo largo de un montaje de cine... En el teatro es lineal, "empiezas por el pincipio, sigues hasta el final, y entonces: te paras", pero en cine da lo mismo empezar la casa por el tejado o por los cimientos, sólo que nunca había visto tan clara la receta en una interpretación.

mmmmm... ganas!
y miedo... ;)

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