un cielo "preñado de lluvia" (como decía el amigo Tennesse)
ese calor sofocante que precede a las tormentas de verano
la sulce brisa que parece apaciguar el calor antes del desastre...
parecen los últimos estertores de la muerte
y es que las nubes están ahi, sobrevolando, cargadas de gotas que se mueren por salir y empapar cada centrímetro del campo que aguarda entre la quietud y la impaciencia.
Verde.
En medio de esa atmósfera cargante y enrarecida, un sueño, una sombra, un recuerdo, un temor... y una canción que suena a sonrisa y sabe a rizos con vodka.
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